martes, 10 de febrero de 2015

La Última Noche

Era de noche y solo podía ver el sendero a lo lejos en el callejón, la oscuridad me rodeaba y sentía la tentación de no voltear y echar a correr, pero quería saber que era lo que escuchaba detrás mio, esas respiraciones, esos pasos, esa sensación de alguien atrás mío siguiéndome, yo solo quería voltear pero el miedo fue grande, cerré los ojos y me puse a pensar si todo eso fue real, todo lo que vi, todo lo que sentí,    -los fantasmas no existen- me dije mientras el triangulo se movía solo sobre el tablero lleno de letras y números, no tenía miedo, esas cosas nunca me asustaron, tal vez porque nunca había tenido una experiencia tan aterradora como la de esa noche.


Seguía caminando con los ojos casi cerrados, mirando el piso para no tropezar y caer, seguía escuchando las respiraciones cada vez más fuerte y cerca de mi espalda, quería voltear pero me aterraba lo que podía ver con mis ojos <más aterrador de lo que vi en ese cuarto, no creo que pueda ver> me dije para cobrar confianza y para de una vez por todas voltear.

En ese momento recordé todo lo que vi en aquel cuarto oscuro y tétrico, las cosas se movían solas, las luces se prendían y apagaban sin razón alguna, estaba solo con mis primos y mi hermano, nadie sabía que era lo que estábamos jugando y cuando por un momento las cosas parecieron volver a la realidad algo le paso a mi hermano, se desmayó de la nada, permaneció inconsciente por casi media hora y cuando se levantó, por dios, lo que vi en sus ojos no tenía palabras, eran de un color rojo oscuro, como de sangre coagulada, empezó a sangrar por ellos y se le hicieron unas marcas de cruces invertidas en todo el brazo y el pecho, se retorcía de dolor por todo el piso, las luces se prendieron y cuando logré ver a mis primos llorar en un esquina de la habitación se apagaron por completo haciendo explotar las bombillas dejando el cuarto en completa oscuridad.


No veía a mi hermano, cogí una linterna que había por allí y pude ver una especie de sombra en la pared, pero pasó demasiado rápido, no pude distinguirla pero no era mi hermano, flotó a unos 30 cm del suelo y luego desapareció. Vi abrirse la puerta, eran mis primos corriendo hacia la calle, no tuve otra, salí para seguir a mis primos y los vi correr hacia la pista asustados, a unos 4 metros de ellos estaba un coche a toda velocidad yendo justo hacia ellos, iba demasiado rápido, no tuvo chance de frenar y paso lo peor, vi como mis primos fueron chocados por ese carro, volando por los aires, sangrando hasta morir.


No lo pude creer, había visto morir a mis primos y no sabía nada de mi hermano, traté de regresar a la casa para buscarlo pero el miedo se apoderó de mí, tenía miedo, por primera vez en mi vida nunca me había sentido tan cabro como para temerle a un "alma" y mucho menos a un juego tán estupido como la ouija, entre sin pensarlo y corrí por toda la casa encendiendo las luces, pero estás, ni bien se prendían explotaban de la nada, dejando toda la casa a oscuras, recogí la linterna que en un inicio agarré y fui al sótano donde se nos había ocurrido jugar el juego, vi a mi hermano justo al lado del tablero, estaba llorando y con las manos llenas de sangre, emitía un sonido inhumano de su boca, era tan horrible que expresaba un sufrimiento interminable, apunté la linterna hacia él y cuando se dio cuenta de la iluminación giro y gritó, gritó tan fuerte que el foco de la linterna terminó reventando, mis tímpanos me chillaban y quede desorientado por unos segundos, me aterró la cara que tenía, no era él, su rostro era endemoniado y tenía unos ojos tan rojos que te petrificaban hasta el alma, cerré los ojos tratando de pensar que solo era un mal sueño y al abrirlos despertaría en mi cama con todas las sabanas mojadas, los abrí y no fue así, seguía en el sótano oscuro sin ver nada, corrí hacia la puerta donde la iluminación de los postes de luz de afuera me pudieran ayudar, cogí el celular y llamé a la policía, ustedes pensarán <hace rato era para que hagas eso> pero los nervios y el shock que viví en ese momento no me dejaron pensar en tal cosa.


Al llamar contestó una operadora, con los nervios de punta le dí mi dirección y me dijeron que en 15 minutos vendrían donde estoy, tenía 15 minutos, los 15 minutos más largos de toda mi desgraciada vida, yo seguía viendo la entrada desde la pista al lado de los cuerpos destrozados de mis primos, el hijodeputa del conductor se fue sin dejar rastro, solo huyo y siguió su camino con la más fría reacción de haber atropellado a dos personas, seguía viendo la puerta, algo dentro mio me decía que tenía que entrar y encontrar a mi hermano, no quise entrar pero por dios era mi hermano, tenía que hacer algo, me llené de coraje y pise la entrada de mi casa, con la linterna en mano para usarla como arma (si es que se presentaba un riesgo) subí las escaleras que daban a mi habitación, recuerdo haber guardado en uno de mis cajones una linterna funcional en buenas condiciones, llegué a la puerta de mi cuarto y la abrí lentamente con miedo de encontrar algo dentro, por suerte no había nada, abrí mi cajón y encontré la linterna, cuando presioné el botón para encenderla esta no funcionaba, revisé si tenía pilas y cuando abrí el compartimento algo rodó cerca a mis pies, traté de ver en la completa oscuridad y al ver qué era sentí un escalofrio inmenso dentro mio, lo que salió rodando eran las pilas, al voltear para ver de donde vinieron vi a mi hermano en una esquina de mi cuarto, estaba mirándome y soltando una risilla macabra, lo llamé para que venga y vino corriendo hacia mí con un cuchillo enorme de cocina, me llegó a hacer un corte en el brazo pero lo empuje contra la pared, no podía hacerle daño, era mi hermano, pero seguía tratando de cortarme viniendo hacia mi con toda sus fuerzas, no aguanté más el dolor de los cortes y le metí un puñete tan fuerte que lo mandó al piso.


Me dio tanta pena haber golpeado a mi hermano que el remordimiento me comía vivo, el estaba en una esquina llorando repitiendo varias veces -¿Por qué me pegaste?, yo no te hecho nada, fue él quien me hizo hacerlo- yo quedé atónito, sus palabras me incomodaron mucho, me acerqué para tratar de tranquilizarlo, pero solo caí en su trampa, sentí el frió cuchillo tocar mis entrañas y el río de sangre brotó cuando sacó el arma, sentía mi cabeza arder, que impotencia la mía, me tiré al suelo sangrando todo el piso y vi a mi hermano acercarse a mí, <tu hermano ya no está en este mundo, su inocente alma fue llevada a las profundidades del abismo de los tormentos, a lo que ustedes llaman el infierno, lugar al que iras dentro de muy poco> fueron las palabras de mi hermano, que obviamente no era él sino el demonio que lo poseyó, yo con la vista nublada solo vi la sombra de mi hermano abrir la ventana de mi cuarto (que quedaba en el 2do piso) y saltar por ella de espaldas, despidiéndose soltó una lagrima involuntaria y luego, ya no estaba, esperé a que la muerte me envolviera en su frío, solo cerré los ojos y pedí perdón a Dios por todo lo que hice, luego solo dormí para siempre.


Sentí una mano tocando mi pecho, lo hacia con mucha fuerza, yo estaba descansando pero esta insistía en levantarme, logré abrir los ojos y regresé a la realidad, un doctor trató de regresarme a la vida dando golpes al corazón, yo estaba confundido, se suponía que había muerto desangrado, luego me miré la herida, estaba cocida con 9 puntos, me habían salvado la vida, lo primero que pregunté al reaccionar fue por mi hermano.
-¡Mi hermano!, ¿dónde está?
-Calma muchacho, tu hermano está en cuidados incentivos en el hospital- dijo uno de los médicos que me atendía en la ambulancia.
-Gracias a Dios.
-No agradezcas mucho, no por todo lo que le has hecho a tu familia.
-¿Qué?- pregunté un poco desconcertado.
-Ahora mismo ni bien te pongamos esta ampolla tendrás que ir a la comisaria a dar tu versión de los hechos
-Qué hechos, yo no he hecho nada.
-Tu hermano ha dicho que tu asesinaste a tus primos y luego los descuartizaste dejándolos destrozados por completo y a él dice que lo tiraste por la ventana, rompiéndole gran parte de la columna y los huesos del brazo derecho, tus padres están de regreso de su viaje al que habían ido.
-Pero todo eso es mentira, él fue el que me clavó el cuchillo.
-Dijo que fue por defensa propia.
-No, tienen que escucharme, ese no es mi hermano, estuvimos jugando la ouija y algo se le metió, por eso dice todas esas cosas, tiene que creerme.

Me llevaron a la comisaria , pero por más que traté de defenderme no me creyeron, los hechos hablaban por si solo me decían. Me sentenciaron a 50 años de prisión, ahora el único tiempo libre que tengo es en mis sueños, la maldad dentro de este lugar es horrible, tienes que ser fuerte porque sino las fieras te devoran como cordero, ya hace más de dos semanas que han pasado desde que maté a alguien, tienes que hacerte el malo aquí, sino no te respetan, por más que no me guste, es una falsa cara la que doy a mis seguidores aquí dentro, yo solo quiero regresar a casa y abrazar a mi familia, abrazar a mi hermano, a mi hermano de verdad.


Hoy soñé, raras veces lo hago, ya llevo 24 años aquí dentro y aún no me acostumbro por completo. He matado a más gente aquí dentro de lo que puedo contar con los dedos de mi mano, solo puedo ser libre en mis sueños, por eso los disfruto mucho cuando los tengo, hoy soñé que volvía a estar con mi hermano, luego desapareció, simplemente se nubló y me vi solo en un callejón oscuro lleno de tinieblas, sentía a alguien detrás mio, sus respiraciones, sus pasos, todo; quería voltear pero mi cobardía me lo impedía, recordaba el por qué estaba aquí y cómo llegue aquí. Quiero voltear pero no puedo, soy muy cobarde, cierro los ojos pero lo veo en mis pensamientos, no me deja en paz, no quiero verlo más, tal vez es él el que me sigue, tal vez nunca me deje en paz, tal vez el mató a mi hermano, tal vez nunca deba voltear.

La  Ouija no es un juego, pero tampoco es una prohibición,
hay que aprender a saber a que cosas tenerles miedo,
recuerda, tu eres el que está vivo,
las demás sombras te necesitan.

PERO TÚ ERES MÁS FUERTE QUE ELLOS.

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